1974

1974, verano, playa, sol…

Miradas con ojos de pasado, fugaces, entretenidas, juguetonas…

Fue sin querer que nuestras miradas se encontraron, un temblor sacudió mi cuerpo, mi corazón latía apresuradamente, descontroladamente… aparté la mirada, pero lo único que deseaba era volver a mirarle… así lo hice y nuevamente encontré sus ojos que también se posaban en mi… fue algo tan dulce y eterno… conectamos y entramos en un intenso e íntimo contacto, sólo a través de aquellas inexpertas e inocentes miradas.

Miles de sensaciones, todas nuevas, se apoderaron de mi ser, de mi mente, era maravilloso verle, mi estómago no dejaba de revolotear, como si mil mariposas hubiesen anidado en él.

Era la primera vez que íbamos a ese balneario y desde la primera vez que lo vi en la playa, todo cambió para mí… se convirtió en una necesidad ir y verlo, me las arreglaba para que fuésemos siempre a la misma playa, más o menos a la misma hora que yo sabía que estaría el… tratando siempre de quedar a una cierta distancia de donde se ponía su familia.

Un día cualquiera aparecieron unos prismáticos… ¡¡fue lo mejor que me paso!!… ahora lo podía mirar sin que se diera cuenta y así sentirlo más cerquita… que locura.

En algunas oportunidades me sorprendió mirándole y yo apartaba la vista inmediatamente y para mi pesar, me ponía roja, sentía el calor en mi cara, menos mal que podía pasar por el sol…

Luego descubrí que él también me miraba cuando yo no lo veía… y eso me pareció lo más romántico del mundo, ¡estaba viviendo mi primera historia de amor!… así pasaron varios días, los más hermosos que recuerdo, el despertar del amor, ese amor de ensoñaciones, de fantasías, de sensaciones encontradas. Aquel aleteo de mariposas en el estómago, el sudor de las manos y el temblor en el cuerpo y en la voz, el rubor en las mejillas cada vez que lo veía… todo eso pasó por mi ser.

Carlos, así se llamaba el chico, el objeto de mis incipientes pasos en el amor, en los afectos adolescentes… en ese momento, él era un Dios para mi rubio de cabello rizado, largo, con un tono de piel dorado, ojos azules…siempre se le veían caer algunos rizos sobre su frente que lo hacían lucir más hermoso… en ese tiempo yo usaba mi cabello en una melena semi larga, cabello rizado y castaño, tez trigueña y ojos marrón, me sentía coqueta y feliz.

Seguían pasando los días y ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso, ese acercamiento que esperaba, cómo un hola, o algo así, al parecer era tan tímido como yo… bueno como casi todos los adolescentes de esa época.

Una tarde, ya en nuestro último día de vacaciones, y luego de estar todo el día mirándonos y compartiendo sonrisas y sonrojándonos, y una vez que el sol se fue a otra playa… nos preparamos para irnos, recogíamos todo casi al mismo tiempo y sin darme cuenta… nos topamos en la subida, una pequeña escala de la playa a la terraza, allí nuestras miradas se encontraron y todas esas sensaciones inquietantes acudieron a mí, tiritaba como papel, mis manos sudaban y temblaban, pero así fue como él las tomo entre las suyas y mágicamente me calmó, fue un toque mágico, increíblemente mágico… nuestras manos entrelazadas y sin dejar de mirarnos comenzamos a balbucear algunas palabras… cómo te llamas?. ¿Qué edad tienes?, de dónde eres?… en fin, todo aquello que se dice cuando en realidad no sabes que decir y que sabes que lo que viene después es lo realmente importante… “eres muy linda” me dijo y yo, torpemente dije “tú también” … reímos y luego se acercó a mí y simplemente me besó…

Sentí que flotaba, que nada en el mundo podría ser más perfecto, importante y hermoso que se momento… fue un beso largo, tierno, inocente, sus manos sobre mis hombros y yo tome su cintura… estuvimos una eternidad así, conectados sintiendo el latir apresurado de nuestros corazones… simplemente el momento más maravilloso de mi corta vida en ese entonces y del cual jamás me olvide.

Nunca más supe de él, nunca más he vuelto a aquella playa y nunca más he vuelto a sentir esas sensaciones de aquel único, esperado y espectacular primer beso.

Frases para la vida

«La persona que llega a tu vida sin buscarla, la mayoría de las veces, es la persona correcta»

“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido, no existe el si hubiese…”

 «En cualquier momento que comience es el momento correcto»

«Cuando algo termina, termina para siempre»

“Ninguna gota de lluvia cae alguna vez en el lugar equivocado”

“Ama a los que merecen tu amor y a los demás, deséales lo que merecen”

“La vida es demasiado corta, seamos felices el tiempo que dure”

“Caer es parte de la vida, ponerse de pie nuevamente es vivir”

“Que la paz de tu interior te de la confianza para ser quien eres”

“No olvidar que la vida está llena de posibilidades y todas ellas nacen de la fe en Dios y la confianza en ti mismo”

“Usa los dones que has recibido y traspasa el amor que has acunado en tu corazón desde pequeño”

“Se feliz contigo mismo, tal y como eres”

“El conocimiento de ti, te permite la libertad de ser”

“Canta, juega, ríe, reza, baila como si solo estuvieses tu contigo”